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No Puedes Tener Tu Tarte de la Revolución del 25 Enero y Comértela También. - 1 Parte-Sobre el Turismo


Una de las perspectivas más penetrantes, mal calculadas pero sin duda bien intencionadas que circula como código binario a través de los medios sociales y como acción por la juventud a través de centros urbanos, es el extremadamente positivo, patriótico y pro activo impulso de reconstruir Egipto.

Los llamamientos a reconstruir Egipto han tenido distintas formas en las últimas semanas. Empezaron con una invitación a los turistas para que regresen, ya que el turismo es supuestamente una de las actividades económicas más importante del país, y luego con un llamamiento para que los ciudadanos inviertan 120 L.E en la bolsa y después una llamada al fin del soborno y corrupción, incluyendo una linea de acceso directo para llamar y informar de ello. La juventud se echó a las calles de las barriadas y las áreas marginadas donde empezaron a barrer y pintar las aceras. El nuevo sentido de orgullo y dueño que muchos Egipcios habían empezado a sentir ha alimentado este nuevo amor y orgullo que sienten hacia su tierra. Después de 30 años viviendo bajo un régimen dictatorial opresivo, la gente estaba llena de júbilo al reclamar su país a través del la revolución del 25 de enero. Sin embargo, faltaba una cosa, la revolución aún no había terminado. El derrumbo aún no había concluido para que la reconstrucción pudiera empezar.

Me acuerdo de cuando aún estaba en el colegio que la tapa del los libros de textos tenían una lista de puntos enmarcadas con flores con distintos eslogan, “ La limpieza es parte de la fe”, “La diligencia en vuestro trabajo es plegaria”, “Vuestros dientes son el espejo de vuestra salud”, y muchas más proclamas confusas y poco claras que supuestamente estaban allí para guiar nuestro sentido moral y patriótico . Estas afirmaciones sabían a verdad y nos gustaban. Alguno, alguna que otra vez, los recitaba para señalar algo, pero les faltaba sustancia y estaban imbuidos con una hipocresía poco realista que fracasaba al la hora de tratar las raíces y las causas de los problemas que conocíamos. Estas afirmaciones reivindicaban un falso sentido de bienestar y bondad si siguiéramos sus indicaciones, pero a la hora de la verdad, yo no estaba muy segura de como seguirlas, lo que de verdad significaban y y que escondían detrás. La reciente llamada al la acción a reconstruir Egipto llevada a cabo después de la caída de Mubarak, de algún modo, me deja con la misma extraña sensación que esos eslogan vacíos en la tapa de mis libros me hacían sentir.

Reconstruir después de una revolución, automáticamente insinúa que la revolución se ha acabado. Pero cuando la revolución no se ha acabado, empezar a reconstruir antes de desmontar hace que automáticamente nuestra mente deje de purgar lo viejo. Detrás de las llamadas a la reconstrucción están las llamadas a la estabilidad que trae el fin de la revolución. Una revolución es todo menos estable y cuando estamos listos para seguir adelante y construir, estamos también preparados para dejar de desmontar. Vamos a empezar con la idea de pedirles a los turistas que vuelvan. El turismo constituye mas o menos un 7.3% de GDP de Egipto. ¿Qué es lo no estamos desmontando cuando escogemos a reconstruir nuestra economía turística? Todos los videos circulando sobre el turismo en Egipto muestran campos de golf exuberantes, mercados exóticos, playas desérticas y monumentos antiguos. Muestran los turistas siendo servidos y viviendo el lujo que la mayoría de los Egipcios nunca podrían experimentar. No me limito a los lujos que la mayoría de los Egipcios nunca tendrían pero también a las necesidades. Por ejemplo, en el caso el Hilton Nuweiba, además de tener unos jardines verdes y vivos en la mitad del desierto, está estimado que cada turista consume una media de 120 litros de agua. Esto no incluye el agua que se beben. Mientras tanto, los Beduinos de los alrededores tienen problemas para acceder a 2 o 3 litros de agua al día. La falta de agua potable no está limitada solamente a los Beduinos si no que la mayoría de los Egipcios no tienen acceso diario al agua y si lo tienen la media suele ser de 1-3 horas al día, mientras que el turista tiene suficiente agua para tener su propio estanque. Y no vamos a tratar ni siquiera el tema sobre la calidad del agua que la mayoría de la gente recibe comparada a la que está disponible en estos centros turísticos.

La costa del Mar Rojo se ha visto ensuciada por los grandes balnearios desde Hurghada hasta Sudan. Aunque la mayoría de los hoteles informan que solo están al 10% de su capacidad, ha habido un gran y rápido incremento en la construcción de centros turísticos. Encuentro este hecho bastante desconcertante y la lógica de ello bastante absurda. Aquí tienes un problema matemático: Tienes tu hotel al 10% de su capacidad, así que construyes más hoteles para incrementar la capacidad. ¿Eso incrementaría o decrecería tu capacidad por hotel? Tal vez puedo atribuir esta idea a un inofensivo error de mala planificación, pero que pasa con las playas, los corales, los manglares y el sustento que han sido destrozados a causa de esta mala y inconsciente planificación? Muchos argumentarían que estos hoteles dan trabajo a una gran cantidad de jóvenes egipcios así creando necesarias oportunidades de empleo que se necesitan de manera inminente. Los sueldos en el sector turístico son lamentables comparados con los millones cobrados por aquellos que dirigen estos centros hoteleros. La explotación del trabajo de un ser humano nunca puede ser equiparado a una oportunidad laboral lo enmarques como lo enmarques.

Finalmente, nuestra industria turística gira al rededor de servir al turista. Los Egipcios no solo son ciudadanos de segunda categoría, pero el único espacio de interacción que tenemos con la mayoría de los turistas es cuando les estamos sirviendo. Este no es un modelo basado en un intercambio de valores culturales y experiencias, es un modelo basado en una nación satisfaciendo los caprichos y necesidades de paquetes turísticos muy baratos. Considerando el tipo de sueldos que la mayoría de la gente trabajando en el sector turístico ganan, hace que esto sea igual que la esclavitud. Así que de verdad queréis reconstruir antes de desmontar? Por que cuando pides que el turismo vuelva, y pides reconstruir este mismo modelo, estás diciendo también que no hay nada que desmontar. No se puede construir sobre bases tambaleantes y no se puede tener estabilidad durante una revolución.

Este post fue inspirado por la conversaciones (o FB comentarios) con @sumayaholdijk, Dalia Abulfotuh, @Nevsh, @3arabawy, Nermine Fakhry, Aya Sheikhany, Aliaa Elieche, @saraassem, @fazerofzanight, Kate Harrison-Muchnick and Elizabeth Turnbull

This post was translated by @nabulars